El kratom ha sido utilizado por mucho tiempo en el sureste de Asia, debido a sus diferentes propiedades, entre ellas el aumento de la energía y la concentración, la reducción del estrés y el insomnio; y se ha usado también como coadyuvante en el tratamiento de la ansiedad y la depresión. Se tiene registrado el uso de kratom desde 1836. En el pasado las hojas de la planta eran masticadas para obtener sus efectos.
Aunque ahora tenemos la increíble ventaja de poder obtener fácilmente las hojas secas, polvo y cápsulas de kratom, queremos platicarte un poco del proceso de producción con el que son creados estos productos. El kratom, a diferencia de otros suplementos, no se crea en un laboratorio, sino que tiene un proceso que se ha mantenido orgánico y artesanal, respetando a los trabajadores y la naturaleza, y a las familias que se han dedicado a su recolección durante muchas generaciones.

Todo empieza con el árbol tropical ‘Mitragyna speciosa’, nativo de sureste de Asia. Este puede crecer hasta 24 metros, y es un árbol de hoja perenne, lo que quiere decir que sus hojas crecen durante todo el año.
La flor del árbol de kratom se desarrolla a lo largo de varias semanas. Va cambiando de color: de verde a amarillo, y al final café. Tiene un olor dulce, por lo que atrae a las abejas y mariposas que la fertilizan, y así va formando vainas de semillas en su interior.
Cuando la flor muere, cada vaina de semillas contiene cientos de semillas de kratom, que crearán una planta más para continuar su ciclo de vida.
Recolección
Las hojas del árbol de kratom se eligen cuidadosamente de acuerdo a su nivel de maduración, ya que este aspecto influye en la cantidad de alcaloides que contienen. La recolección es realizada por expertos que conocen el nivel de maduración que las hojas deben tener para que el producto final sea de excelente calidad.
Las hojas pasan por un segundo control, para revisar que cada una de ellas tenga el nivel exacto de maduración. Después se lavan con agua varias veces, sin utilizar ningún químico, y se dejan secar.
Secado y molienda
Las hojas se deshidratan lentamente, y se procesan para obtener pedazos pequeños de hojas secas, que pueden ser utilizadas para hacer infusiones y té.
Para producir un polvo más fino, que puede ser más práctico para muchas personas, los pedacitos de hojas secas se pasan por un molino hasta llegar al producto final.

Por último, nosotros nos encargamos de que el proceso de empacado y envío se haga de la manera ideal para que nuestros productos conserven todas sus propiedades. Así mismo, periódicamente realizamos análisis con un laboratorio independiente, para asegurarnos de que la calidad de nuestro kratom siempre sea la mejor.
Como ves, hay muchos factores que pueden alterar la calidad del producto final, por lo que es importante que cada paso sea realizado con mucho cuidado y por personas expertas.
En Kratomex, te aseguramos que cada uno de estos pasos se ha realizado muy cuidadosamente, por conocedores del kratom, por lo que al comprar con nosotros estarás adquiriendo un producto de gran calidad, con todas las propiedades que el kratom puede ofrecer.